Mi nombre es Julissa Ovalle, soy inmigrante de primera generación de padres de República Dominicana. Mis padres emigraron a los Estados Unidos en busca de una vida mejor y mejores oportunidades. Migrar a los Estados Unidos vino con muchos obstáculos de los que no eran conscientes, siendo el estatus de extranjero uno de ellos. Nacer en los EE. UU. de padres extranjeros ilegales fue una experiencia que encendió un fuego dentro de mí para ayudar a los demás. A la edad de 17 años decidí ingresar al Ejército de los Estados Unidos, no solo para servir a mi país, sino para cambiar el mundo a mayor escala. Mientras estaba en el servicio, obtuve mi título de asociado en ciencias políticas con un enfoque en derecho previo. Empecé a trabajar en la ley de inmigración y me enamoré de la diferencia que estaba haciendo en la vida de las personas, dándoles la oportunidad de vivir en paz, sin temor a ser separados de sus familias en cualquier momento. En 2019, cuando la pandemia mundial de COVID-19 cerró todo, creé y facilité campañas de recolección de alimentos donde pude suministrar comestibles y artículos de primera necesidad a más de 150 familias extranjeras. Mi objetivo es continuar ayudando a los inmigrantes y sus familias en todas y cada una de las formas posibles.